martes, 18 de octubre de 2011

Lentejas

Martes 15:37 horas 
Aguanto el aire, y trago con asco, estoy apunto de levantarme de la mesa y rebajarme a su nivel, pero suelto la cuchara y rechazo uno de mis platos favoritos.
Mi mirada muestra desprecio, lo sé y no me arrepiento. Ella, loca, ni siquiera me ve, aún intenta comer, con los pedazos salpicando de su boca y el incómodo sonido al sorber, mi estómago se retuerce.
Miro hacia otro lado y su respiración se hace cada vez más fuerte al igual que su ansiedad. No lo soportó, es terrible su parecido con un animal, y aunque  mi ojos ya no miran, siguen recordando la desagradable imagen. Me dirige la palabra, me encuentro nuevamente con su rostro, y noto como la comida sube por mi esófago. Lo siento, me das asco.
Te puedes comer también mi plato.

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