martes, 10 de abril de 2012

Feel

Encontré una cajita azul de música, escondida  bajo una seca hoja de otoño, y la sujeté en mis manos limpiando con cuidado cada dorado detalle. Suspiré , efecto de fría noche junto al río, y mi soplo, viento, todo amor, inexistente, la hizo sonar. Dulce rumor, procedente de aquella vacía caja, rozaba mis oídos con la fuerza de un latir, grave melodía convertía mis ojos en charcos de sal y aumentaba mi deseo por unirme a aquella canción. Así que, dejando cerrar los párpados para vencer la inseguridad, cayó una lágrima, se alzó mi voz, cambié a blanca bailarina y me reflejé en el diminuto espejo. Llené la caja de algo irracional, decidí formar parte de ella.
Elegí música